Hace más de tres de meses que no llueve. Sus hojas ya están amarillentas y débiles. Pero quizás no tan frágiles como aparentan. Forman parte de un todo que se mantiene aún a costa de las dificultades.
Hay cosas que no dependen del árbol; pero todo aquello que sí dependa de él no va a dejar de hacerlo. No va a desfallecer para conseguir mostrarnos algo más de belleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario